domingo, 18 de noviembre de 2018
19 de noviembre
Act. 15 Pág. 109- Compara las motivaciones del imperialismo japonés y del estadounidense e indica las similitudes y las diferencias.
Las razones del imperialismo japonés fueron: la presión demográfica, la búsqueda de mercados exteriores para sus productos y de recursos de los que carecían para consolidar su industrialización, así como la influencia de las corrientes nacionalistas de la época, como la idea de un "Gran Japón".
En el otro caso, el imperialismo estadounidense respondió, sobre todo, a motivos ideológicos y geopolíticos. Por un lado,se encontraba el sentimiento de superioridad del pueblo estadounidense, exaltado por diversas doctrinas que consolidaron un fuerte sentimiento nacionalista que se sustentaba en la supuesta superioridad de la raza blanca anglosajona sobre el resto de pueblos de América.
Por otro lado, estaban las concepciones geopolíticas defendidas por Alfred T. Mahan, que tuvieron un amplio seguimiento. Mahan era partidario de afianzar la posición de EE.UU. por medio del dominio estratégico del mar, y el desarrollo de una flota de guerra.
Comparando las motivaciones de ambos imperialismos, podemos establecer como semejanzas entre ambos los factores ideológicos, de carácter nacionalista, con la idea del "Gran Japón" en el caso de este país, y con el fuerte sentimiento nacionalista de superioridad que se extendió entre la población estadounidense. Las otras motivaciones respondían más a cuestiones económicas e industriales en el caso de Japón, y a la supremacía naval y marítima en el caso de Estados Unidos.
Act. 11 Pág. 107- Analiza las rivalidades entre los imperios coloniales en África.
En primer lugar, nos encontramos con el conflicto entre Francia y Reino Unido en Egipto por el control del canal de Suez. Reino Unido quería el control de Egipto para asegurar su ruta hacia la India. Finalmente, en 1882, se produjo la ocupación británica de Egipto, que fue convertido en protectorado británico.
Sin embargo, los enfrentamientos entre ingleses y franceses por el control de este continente no acabaron ahí. Reino Unido pretendía formar un imperio africano que uniese el norte con el sur del continente, enlazando con una línea de ferrocarril desde El Cairo hasta El Cabo. Esto colisionaba con el propósito francés de crear un eje colonial de oeste a este, desde la costa del Sahara y Guinea al mar Rojo. Ello dio lugar a un grave incidente en 1898 en Fachoda (Sudán), que se resolvió por la vía diplomática.
En el África austral se enfrentaron los intereses de los portugueses, establecidos desde el siglo XVI en Angola y Mozambique, los de los colonos holandeses y alemanes (bóers) asentados en la región de El Cabo, con los británicos, que habían ocupado El Cabo desde 1806. Estas rivalidades se agravaron con la posterior presencia alemana en África del Sudoeste.
Las tensiones entre británicos y los colonos holandeses se agravaron tras el descubrimiento de yacimientos de oro y diamantes en las repúblicas bóers independientes, desencadenando la guerra anglo-bóer de 1899-1902. Tras la derrota de los bóers, estas repúblicas fueron anexionadas por Reino Unido.
Finalmente, varios países se disputaron el control de Marruecos, a principios del S. XX, resurgiendo así los enfrentamientos imperialistas. La pretensión francesa de establecer un protectorado sobre el reino de Marruecos y la oposición alemana al mismo, será una de las causas del estallido de la Primera Guerra Mundial.
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